EN PROCESO



por Paola Gadea

RESPONSABLES DE SECCIÓN:

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*Mercè Espelleta es Actriz y Directora de casting

*Paola Gadea es Actriz

 

Como público pude disfrutar del estreno de “La cuna ausente” el domingo 7 de octubre y, realmente, fue una experiencia gratificante, sorprendente, emotiva… un gran ejemplo de buen teatro.  Estarán los domingos de octubre en Porta 4, en la calle Iglesia, 4-10 (Gràcia, Barcelona).  A las 18:00 horas.

Sinopsis

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Delfina se levanta cada mañana apegada a su rutina. Hoy no sonreirá. Los acontecimientos de la noche anterior han truncado sus esperanzas de ser feliz.                                                                                                   
Delfina no quiere ir a trabajar, odia su trabajo, a su jefe, el sistema y hasta a su propia madre. 
Delfina lucha por su existencia. Pero hacerse oír es decir la verdad y el mundo actual no está preparado para verdades, buenos valores o heroínas. La sociedad presente sólo está programada para el éxito.                                                  
Delfina se rebela y persiste en su utopía. Finalmente encontrará el camino, la reconciliación.



Notas del Director

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LA CUNA AUSENTE es una mirada antropológica a lo que no queremos ver, como el destino de Delfina, de 40 años, abandonada y olvidada en una gran ciudad. 
Ella está sola, sin familia ni amores. Enfrentándose al dolor de su existencia. Malviviendo en una sociedad que margina el desamparo y la soledad de las personas, al punto de extirparles la condición de seres humanos. Sin importarles la causa del deterioro de una vida digna.                  

                                   

Origen del proyecto

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El proyecto LA CUNA AUSENTE, nació a raíz de unos textos que Enzo Monzón poseía de otro proyecto anterior. Le propuso a la actriz Emilia Ruiz trabajar en una puesta en escena muy diferente a la que tenía el proyecto de origen.  La sensibilidad que habitaba los textos de Enzo Monzón motivaron a la actriz a querer descubrir el personaje de Defina.

Empezaron a ensayar sin ninguna directiva previa. Únicamente explorando el mundo del personaje y descubriendo quién era Delfina, hurgando en el significado de aquellos textos puestos sobre el escenario.         
Esta libertad dio lugar a un proceso creativo orgánico que conllevó a un trabajo de laboratorio donde se afianzó la relación de trabajo director-actriz, llegando a una perfecta simbiosis. La comunicación escénica en estas condiciones resulta generosa y fluida. Esa atenta escucha entre director y actriz ofrece un viaje de la mano para encontrarnos con quien realmente es Delfina.

Al dar espacio a Delfina, el universo del personaje iba creciendo día a día junto a la puesta en escena. Los textos eran siempre cambiantes, en movimiento, pero de forma ascendente y en una sola dirección de objetivos y resultados. La actriz explica “Esto hizo que el proceso fuera en ocasiones gratificante porque nos hacía redescubrir una y otra vez el mundo de Delfina”.​

LA CUNA AUSENTE
Una clara reivindicación en el mundo en que vivimos.