revista de actores y actrices en movimiento
2014 - año IV
CUIDAR EL INSTRUMENTO
por Ricard Salom
Según nuestras experiencias, como seres humanos nos identificamos con las características de nuestra personalidad y conducta que nos resultan más placenteras o políticamente correctas y rechazamos las más dolorosas o incómodas. De esa forma, creamos una identidad y empezamos a pensar que sólo somos eso que se manifiesta.
Imagínate las teclas de un piano, cada una de ellas tiene su sonido y vibración específica. Ahora imagínate cómo sería una melodía en la que siempre sonaran tan sólo 5 teclas. Si comparamos esas notas a registros emocionales existentes en el ser humano, lo que nos suele pasar es que acabamos construyendo nuestra personalidad basada en unos pocos registros con los que nos identificamos. Pero cuando establecemos una nueva relación escénica, como por arte de magia, se activan reacciones emocionales que generan comportamientos y situaciones concretas: descubrimos nuevos espacios de nuestro universo interno.
Es decir, que se activan registros energéticos almacenados en nuestro instrumento que contienen una carga emocional y una información específica sobre determinadas experiencias acumuladas. Se trata de algo muy personal.
Así se despiertan lugares en nuestro ser que nos pueden llevar al conflicto con nosotros mismos (antipatía, violencia, agresividad…). Y esos conflictos se pueden tratar en terapia. Podemos direccionar con nuestra intención la búsqueda de esos registros para liberar contenidos almacenados en el inconsciente y sacarlos a la luz, para poder usarlos en escena, y por supuesto en nuestra vida. Se convierten en una nueva tecla de tu personalidad, amplías tu melodía.
En mi experiencia como paciente y terapeuta, la técnica llamada alineamiento energético es la que más me gusta por su efectividad y sencillez. En ella se aísla a cada uno de nuestros personajes, haciendo una clara distinción con la persona. El principio del trabajo que se utiliza es el mismo en el que los griegos creían. Los actores eran médiums, por eso podían captar cualquier registro que estuviera en ellos o en el inconsciente colectivo para representar los personajes.
En una consulta hay varias fases: primero el terapeuta
ofrece un diagnóstico a partir de una lectura energética del paciente, sin que éste tenga que exponer su problema de antemano. Lo que se busca es la información sobre los personajes que actúan sin que el paciente tenga control sobre ellos, ya que muchas veces son inconscientes.
Después el paciente puede verse como en un espejo a través del terapeuta, ya que éste va a “canalizar/interpretar” sus personajes, esos que se activan con las relaciones a partir de esos registros energéticos almacenados. Se trata de una interpretación real que proporciona una liberación energética y emocional.
Objetivos de una consulta:
• Resolver problemas, dando una mayor comprensión del proceso individual y de las dificultades que se nos presentan.
• Desbloquear situaciones estancadas y conflictos recurrentes, usando esa energía en su excelencia.
• Entender el ego como parte de un sistema sostenible, optimizando sus posibilidades.
• Mostrar y liberar creencias, emociones y patrones de comportamiento para su revisión y renovación.
• Ayudar en el proceso colectivo.
Nuestro desafío como actores implica poder tocar cualquiera de las teclas del piano, y cuantas más teclas toca el actor más enriquece la humanidad de su personaje y su aportación a la escena. Es la misma aventura que la vida nos propone, con un pequeño detalle añadido: en ella no tenemos ningún guión ;-)

Ricard Salom es Actor e instructor del método Pilates
Alineamiento energético, una terapia para el actor
por Mei Samarra

