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DESDE LAS BUTACAS

La Companyia ALMARADAS presentó  "EL SOROLL DELS OSSOS QUAN CRUIXEN", una obra sobre la realidad de los niños soldado.  Las actrices eran Sonia Espinosa, Adeline Flaun y Eva Parets, bajo la dirección de Quique Culebras.

Fui a ver este trabajo en el Teatre del Ponent, donde se presentó los días 13, 14 y 15 de diciembre, y fue una experiencia movilizante.
El tema es duro, violento, ruidoso y podría pecar de panfletario, pero sucede todo lo contrario. Lo que las maravillosas actrices hacen es ofrecer paz con sus cuerpos y con sus modos de comunicarse entre ellas y con el público. Quiero decir que, cada una está en donde debe estar y ocupándose de lo importante, en cada momento. Es una bella imagen de lo que significa "presencia escénica".



Logran contar una historia fuerte y tristemente real de lo que permitimos que suceda en este mundo, no desde el panfleto sino desde la inocencia, habitando a aquellos seres protagonistas de la historia y mostrando su humanidad. No hay una narración lineal y cronológica sino que vamos descubriendo poco a poco los acontecimientos, mientras se van sucediendo imágenes que por momentos alteran la temporalidad. Se utiliza la poesía en lugar de la impresión violenta y llega igualmente su fuerza, pero por medio de la magia teatral. Diferentes técnicas y convenciones teatrales nos hacen ir entrando e imaginando todo aquello que no es necesario ver. 

El manejo de cuerpos, de objetos y la puesta en escena no son nada pretenciosos y con muy pocos elementos crean una poética muy bella, aunque técnicamente complicada de realizar. Una muestra de las posibilidades de la "poética del retazo" en el "teatro pobre" Grotowskiano. Se arriesgan a ello y lo hacen con una técnica maravillosa que desaparece en medio de la humildad de sus cuerpos, tan humanos.



Al acabar la obra es difícil aplaudir, la verdad. A pesar de que el trabajo de ellas merece ese cálido aplauso, uno se queda seco y se pregunta: “¿Qué voy a aplaudir, ahora mismo? ¿Cómo hago que mi cuerpo encuentre el impulso de aplaudir?” Porque no queremos aplaudir lo que se muestra. Tal como debe suceder en los buenos trabajos, la historia y los mundos que crea, pasan por encima de los actores y por eso no podemos aplaudirles fácilmente. Porque uno se olvida de que son actores, ve a esos seres humanos que representan.



En el momento de aplaudir, una chica que tenía al lado, me dijo “¿quieres un clinex?” (Creo que varios teníamos el llanto acongojado y sin soltarse del todo, cerrando nuestra respiración y apenas moqueando). Y después de esa ruptura, recién, pudimos aplaudir, aunque con la energía de quien vuelve de la tumba, energía que no hacía mucha justicia a quienes habían ofrecido su cuerpo para que viviéramos aquella experiencia, como algo que nos acercaba a otra manera de percibir el mundo.

por Yanina Marini



"EL SOROLL DELS OSSOS QUAN CRUIXEN"

Una obra sobre la realidad de los niños soldado

FICHA ARTISTICA

Autora: Suzanne Lebeau
Dirección: Quique Culebras
Traducción: Sonia Espinosa y Guillermo Carlos Reyes

Intérpretes: Sonia Espinosa, Adeline Flaun, Carmen Flores
Producción y audiovisuales: Núria Nia



Espectáculo en catalán
Duración: 75 min
Género: drama (apto para todo público)



Más información en:

http://almaradas.com/el-ruido-de-los-huesos-que-crujen/

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