TREME (serie de 2 temporadas, HBO):

De jazz, huracanes y esperanza…



Por Joaquín Daniel*

















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La serie de HBO representa la impecable continuidad de la ética narrativa de David Simon, creador de la mítica “The Wire”.
Una vez más la gran protagonista es una ciudad. Antes, Baltimore. Ahora, New Orleans, después del catastrófico paso del Huracán Katrina.
Y otra vez Simon plantea sus historias corales, pequeños trozos de azulejos rotos que unidos nos muestran una obra compleja, asimétrica, perfecta.
Simon es de los contadísimos autores que pueden en sus obras hablar de muchas cosas y aún así ser coherente, no pretencioso, irresistible.
¿De qué habla “Treme”?..
¿De la fuerza de la identidad?
¿De la tensión constante entre tradición e innovación?
¿Del jazz y su mutación de lo popular a lo elitista?
¿De la corrupción endémica en las administraciones municipales?
¿De lo que cuesta comprometerse con una pareja para construir un futuro común en los tiempos que corren?
¿De la ética del artista callejero y su lucha por sobrevivir fiel a su espíritu?
¿De las tensiones raciales que aún se respiran subliminalmente en las calles estadounidenses?
¿De cómo mantener la esperanza a pesar de todo, de huracanes, de corrupción, de miseria humana, de la vejez?

































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De todo eso logra hablar “Treme”… Sí. Creedlo.
Y de más cosas que serían imposible de enmarcar en este artículo.
Un capítulo de “Treme” es pura vida, es un viaje denso e intenso.
Cada vez que acaba uno tienes la sensación de que has pasado horas sentado. Y han sido 53 minutos. Y no es porque te has aburrido.
Al contrario. 
Te han abducido.
Y has llorado.
Reído.
Odiado.
Amado.
Y gozado con una banda sonora deliciosamente apabullante.
Una vez más, David Simon y HBO, en este caso con “Treme”, elevan a una serie de televisión a la categoría de arte mayor y nos regalan la posibilidad de degustar vida en imágenes para gozar y repensar nuestra propia forma de vivir.