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CUIDAR EL INSTRUMENTO

por Ricard Salom

Parte I: Perder peso


La mayoría de las personas se apuntan al gimnasio por motivos de salud, para perder peso, para ganar músculo y porque algunos centros deportivos son relativamente económicos y la oferta de actividades es amplia y variada.


Para adelgazar no basta con hacer deporte.


Cuando queremos perder peso lo primero es no obsesionarse y no intentar perder lo que te sobra en una semana. Hay que ser consciente de que el solo hecho de hacer deporte no te va adelgazar; para perder peso hay que hacer también una buena dieta. La combinación de dieta más ejercicio cardiovascular de tres a cuatro veces por semana suele funcionar muy bien, si no se hace trampa.


El ejercicio cardiovascular es aquel que se hace con un ritmo continuado y más bien intenso, pero soportable, ya que para empezar a “quemar” lo que nos sobra, se  deben superar los 20 minutos aproximadamente de ejercicio. A partir de ese momento los recursos energéticos que utiliza nuestro organismo para realizar el esfuerzo provienen de las “grasas” acumuladas, con lo que con tiempo, perseverancia y dieta se consigue perder peso. Las maquinas elípticas, las cintas de correr o las bicicletas indoor son una buena manera de hacer buen trabajo cardiovascular. Pero si esto te aburre y lo tuyo es algo más social las clases dirigidas de ciclo indoor,  más conocidas como spinning, también son una buena alternativa. Además, entrenar en grupo y con música es siempre muy motivador.

Algunos centros deportivos también ofrecen un tipo de clases colectivas llamadas B.T.S. (Les Mills, Body Training Systems). Estas actividades también son idóneas para trabajar cardiovascularmente y ayudar a perder peso: el Body Attack, el Body Step y el Body Combat son ideales para sudar la gota gorda. Cada una tiene un estilo diferente según lo que más te guste, duran una hora y son coreografías fáciles de tres meses de duración; pasado ese tiempo se cambian la música y la coreografía. Lo bueno de los B.T.S. es que son clases seguras y muy bien creadas, al durar tres meses se tiene tiempo de aprender bien los ejercicios y así mejorar la ejecución día tras día, y si te vas de viaje al otro lado del mundo seguramente habrá un gimnasio donde también den este tipo de clases, y lo más seguro es que hagan la misma coreografía que en tu centro ¡con lo cual no hay excusa para escaquearse!


Los entrenamientos de fuerza también son beneficiosos.


Se ha demostrado que entrenar la fuerza, ya sea en las máquinas, con pesas o en clases dirigidas, también contribuye a la pérdida de peso. Numerosos estudios científicos demuestran que al terminar un entrenamiento donde se haya trabajado la fuerza hay un tiempo de recuperación del músculo donde el organismo sigue “quemando”, sigue gastando energía para su recuperación, con la consiguiente pérdida de peso.  

 

Para entrenar la fuerza, la sala del gimnasio donde están las máquinas y las pesas es el mejor sitio, siempre bajo la supervisión de un buen técnico que te enseñe cómo ejecutar correctamente los ejercicios, y cuáles y cuántas repeticiones hacer de cada uno. En cambio, las clases dirigidas no son las más idóneas  en este caso, ya que normalmente se usan mancuernas y materiales poco pesados.

 

No obstante, algunas clases del grupo B.T.S. como el Body Pump (u otras similares con otros nombres), son ideales para entrenar la fuerza, además de la resistencia. Por otro lado, hay que tener presente que siempre que se entrena con peso hay un acortamiento muscular nada bueno para el cuerpo, ya que se corre el riesgo de coger malas posturas, lesionarse o potenciar los acortamientos musculares ya existentes debidos a malos hábitos posturales en el trabajo, estrés, etc. Por esta razón es importantísimo acabar tu entrenamiento, sea cual sea, realizando unos estiramientos o una buena clase de yoga o stretching.


En todos los gimnasios encontrarás personal que te va asesorar. Busca siempre personal cualificado y que te dé confianza; no olvides que tu cuerpo es el único que  posees, no hay recambios. No quieras conseguir tus objetivos en poco tiempo porque la realidad es otra… y mucho ojo con las dietas: las mejores son las equilibradas que incluyen todo tipo de alimentos, con frutas y vegetales y poca carne (sobre todo poca carne roja). Las dietas hiperproteicas tan de moda ahora mismo no son las más adecuadas por ser totalmente desequilibradas; incluso está demostrado que pueden llegar a ser nocivas. ¡Y no olvides beber agua antes, durante y después del ejercicio físico!

Ricard Salom es Actor e instructor del método Pilates

Cómo entrenar en el gimnasio y no morir en el intento.

Info, B.T.S.: http://www.aefabts.com/


Lecturas recomendadas:


-Cuevas Fernández, Olga, El equilibrio a través de la alimentación, Barcelona, IFP Sanitario Roger de Llúria, 2010.


-Hernández Ramos, Felipe, Que los alimentos sean tu medicina. El poder terapéutico de la alimentación inteligente, Barcelona, RBA, 2003

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